El joven tenista murciano, Carlos Alcaraz, ha demostrado estar en un estado de ánimo relajado y jovial tras su contundente victoria frente a Félix Auger-Aliassime. En la zona mixta, bromeaba con la prensa española sobre sus planes de entrenamiento para el día siguiente, afirmando que vendría solo unos 40 minutos para «no olvidar cómo se juega al tenis». Su risa burlona resonaba en el recinto, contagiando a todos los presentes.
A pesar de su alegría por el resultado del partido, Alcaraz ya estaba mirando hacia adelante, hacia el desafío que le aguardaba en la Philippe Chatrier. «Estoy muy contento de contribuir con una medalla para España, pero mi objetivo desde el principio del año ha sido el oro. Estamos un paso más cerca y vamos a por ello», declaraba con determinación.
El tenista murciano admitía que la semana había sido agotadora, con ocho partidos en siete días, entre individuales y dobles. «Ha sido muy intensa, llena de emociones, momentos difíciles y duros. Hoy me he recuperado bastante y me he sentido muy bien físicamente», compartía.
«A pesar de haber tenido un bajón físico en un momento, sabemos qué hacer, cuál es el camino a seguir», aseguraba el joven campeón de Roland Garros y Wimbledon.
Alcaraz confesaba que no había podido disfrutar plenamente de los Juegos Olímpicos ni de apoyar a sus compañeros españoles en otras disciplinas debido a la intensidad de su calendario. Sin embargo, admitía que había soñado con el momento de ganar la medalla de oro en el tenis.
Con estas palabras, el murciano demostraba su determinación y ambición por seguir los pasos de grandes tenistas como Steffi Graf y Rafa Nadal, enlazando títulos de Grand Slam con la medalla olímpica en su mira.