La cántabra Cristina Bucsa y la castellonense Sara Sorribes han logrado un bronce de muchos quilates en el dobles mixto tras derrotar por 6-2, 6-2, en una hora y 13 minutos de partido, a las checas Karolína Muchová y Linda Nosková. El duelo se ha disputado en la Philippe Chatrier justo antes del Alcaraz-Djokovic, lo que esperemos sea un buen augurio.
«Estamos muy contentas por esta medalla, ha sido un gran torneo para nosotras y estamos orgullosas de lo que hemos logrado», declaró Bucsa tras la victoria.
De las 13 medallas que el tenis español había ganado en unos Juegos Olímpicos antes de París 2024, el dobles femenino había aportado cuatro. Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario habían sido plata en Barcelona 1992 y bronce en Atlanta 1996. La aragonesa, ya con Vive Ruaño de pareja, había sumado una segunda plata en Atenas 2004 y luego sería la propia Ruano la que perdería otra final, esta vez al lado de Anabel Medina en Pekín 2008.
Dieciséis años después, España buscaba una quinta medalla en esta modalidad, con una pareja que había llegado a estos Juegos avalada por su título en el Mutua Madrid Open en la primera oportunidad en la que habían compartido el mismo lado de la pista en un torneo oficial.
Ya en París, habían ganado con autoridad sus duelos de primera y segunda ronda y en cuartos, a las puertas de las medallas, habían sido capaces de levantar un 3-7 en el super tie break del tercer set frente a las ucranianas y hermanas Kichenok.
En semifinales se toparon con un muro, porque las rusas Andreeva y Shnaider se mostraron muy superiores en todo momento, pero quedaba el caramelo del bronce, un premio nada desdeñable.
«Ha sido un camino difícil pero hemos sabido sobreponernos y luchar hasta el final. Estamos muy felices de llevarnos esta medalla a casa», afirmó Sorribes después del partido.