El tenista murciano, Carlos Alcaraz, campeón de Roland Garros y Wimbledon, se rindió ante el que muchos consideran el mejor jugador de la historia, Novak Djokovic. Figuras destacadas como Thomas Bach, presidente del COI, Sharon Stone, Pau Gasol y Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG y exjugador de tenis, no quisieron perderse la final individual de tenis de los Juegos Olímpicos de París entre ambos.
«El campeón de Roland Garros y Wimbledon no pudo firmar la triple corona ante el tenis y las piernas de un rival con el corazón de todo un país como Serbia. Acabó con una derecha ganadora y se derrumbo de la emoción», expresó Alcaraz al final del encuentro.
En los seis enfrentamientos previos entre ambos, el único en la pista central de Roland Garros había sido en las semifinales del torneo en 2023. El partido estuvo condicionado por los calambres de Alcaraz al final del segundo set, por lo que el jugador siempre lleva consigo jugo de pepinillos para atajarlos. El calor en la capital gala era intenso, lo que llevó a los finalistas a recurrir a toallas de hielo en los descansos.
Juan Carlos Ferrero, entrenador de Alcaraz, viajó a París para acompañar a su pupilo en el último entrenamiento antes de la final. «Juanqui» dará unos días de descanso al murciano antes de empezar a preparar la gira americana con Cincinnati y el US Open en el horizonte. Ferrero estuvo acompañado en el banquillo por David Ferrer, seleccionador nacional, y Albert Molina, agente del joven campeón.
Djokovic, por su parte, tenía como objetivo darle la gloria a Serbia y lo consiguió a sus 37 años y 97 días. «Después de cinco participaciones olímpicas, el tenista con más victorias individuales (19) ha conquistado la más importante», destacó el serbio al finalizar el partido.