El tenista número uno del mundo, Novak Djokovic, ha demostrado una vez más su orgullo por representar a Serbia en cada torneo que disputa, siendo un campeón de 24 Grand Slams que lleva los colores de su país con honor y dedicación. En esta ocasión, en París 2024, Djokovic no defraudó a su nación y se emocionó hasta las lágrimas al culminar su victoria, en un momento de pura gloria para Serbia.
Tras celebrar en la Villa Olímpica y en su restaurante favorito en la capital francesa, Djokovic anhela volver a casa y reunirse con su gente, para compartir la alegría y el triunfo de su más reciente conquista.
En un gesto emotivo, Novak Djokovic quiso dedicar unas palabras a sus compatriotas a través de las redes sociales, expresando su gratitud y amor hacia su país. «Nunca pude renunciar al sueño de ganar esta medalla de oro, igual que el pueblo serbio nunca ha renunciado a mí. Juntos, hemos creído en lo imposible. Aunque sea yo quien tenga esta medalla, quiero que todos los serbios sepan que nos pertenece a todos. Representar a nuestra nación es el mayor honor del mundo. Esta medalla, estos momentos, esta vida, nada de ello habría sido posible sin su apoyo inquebrantable. Esto es gracias a ustedes. Esto es por ustedes. Gracias ❤️ Con amor, Nole», fueron las conmovedoras palabras del tenista.
Además, Djokovic expresó su deseo de seguir compitiendo en el tenis durante algunos años más, manteniendo viva su pasión por el deporte y por la competición. Con la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, el tenista serbio no descarta seguir cosechando éxitos en el circuito.
«Me siento completo, por supuesto, con esta medalla de oro he conseguido todo lo que podía conseguir… pero sigo amando este deporte. No juego al tenis sólo por los números o para ganar títulos. Si sigo jugando es porque me encanta el tenis y la competición, me apasiona trabajar y preparar mi cuerpo cada semana, para seguir mejorando física y mentalmente, incluso a mi edad. Este deporte me ha dado demasiadas cosas buenas a lo largo de mi vida, así que sólo puedo devolvérselas con mi dedicación y los sacrificios que hago cada día dentro y fuera de la cancha cuando nadie me ve», concluyó Djokovic ante los medios de comunicación.
Con este nuevo logro, Novak Djokovic se consolida como uno de los mejores tenistas de la historia, un ejemplo de perseverancia, entrega y amor por su país. Sin duda, su legado en el tenis mundial perdurará por mucho tiempo.