El número uno del mundo fue muy criticado por no ir a París debido a una amigdalitis, tema que ha zanjado en la rueda de prensa de Montreal
La ausencia de Jannik Sinner de los Juegos Olímpicos de París 2024 debido a una amigdalitis fue una de las bajas más sensibles de la gran cita del deporte. Tras un año en el que lleva 43 victorias, cuatro derrotas y ha conseguido el primer Grand Slam de su carrera -Open de Australia-, el jugador de San Candido se ha convertido en el primer número uno del tenis en la historia de Italia. Sin embargo, estos últimos meses su físico le ha jugado malas pasadas, como le ocurrió en las vísperas de su viaje a la capital francesa.
En abril, Sinner tuvo unos problemas de cadera en el Masters 1000 de Madrid que le obligaron a retirarse antes de su partido de cuartos de final ante Aliassime. Estas mismas molestias le impidieron jugar el Masters 1000 de Roma, lo que fue un mazazo al tratarse del torneo más importante de su país. Cuando todo parecía volver a la normalidad -quitando la gripe que tuvo en Wimbledon-, y el objetivo de los Juegos Olímpicos estaba a la vuelta de la esquina, fue una amigdalitis lo que hizo que Sinner no pudiese volar a París.
Esto generó críticas por «falta de compromiso», por lo que el italiano salió a defenderse tras su victoria ante Coric en el Masters 1000 de Montreal, declarando que «Es una pregunta que ni siquiera quiero tener que responder honestamente. Creo que solo mi equipo y yo sabemos realmente cómo me sentí… desde fuera es una cosa, desde dentro es otra. Yo, en particular, sé cómo me sentí».
Además, Jannik reconoció que el oro olímpico era su objetivo principal este año, pero no pudo ser. «Desde principios de año dije que mi mayor objetivo eran los Juegos Olímpicos, pero desgraciadamente no pude ni levantarme de la cama. Entonces, sinceramente, lo que la gente piense… digamos que le doy poca importancia, poco peso», sentenció.
El número uno del mundo siempre se ha mostrado muy natural, alejado del foco mediático incluso para sus relaciones sentimentales, algo difícil teniendo en cuenta la figura que es. De hecho, no le quedó más remedio que reconocer su relación con Anna Kalinskaya porque era un secreto a voces.