El tenista número uno del mundo, Jannik Sinner, se enfrentará en la segunda ronda del US Open al estadounidense Alex Michelsen, a quien venció recientemente en el Masters 1000 de Cincinnati. Después de superar la tormenta generada por el caso de dopaje, el joven tenista italiano de 23 años está recuperando la calma necesaria para seguir compitiendo al más alto nivel. En Nueva York, Sinner comenzó con una victoria sobre el jugador estadounidense Mackenzie McDonald.
El campeón del Abierto de Australia se postula como uno de los favoritos en Flushing Meadows tras su reciente triunfo en Ohio. Un jugador que este año ha cosechado éxitos en torneos sobre cemento, como el Abierto de Australia y el Masters 1000 de Miami.
En cuanto a las posibilidades de Sinner de conquistar su segundo Grand Slam en la temporada, su entrenador, Darren Cahill, conversó con la cadena ESPN para analizar el desempeño de su pupilo.
«Estamos teniendo unos días de entrenamiento bastante buenos, con sesiones intensas en la Arthur Ashe de unas dos horas. En los últimos días noto más energía en su movilidad y también mayor entusiasmo. Está muy contento con su juego en este momento, así que veremos qué sucede. Tengo grandes expectativas, creo que puede hacerlo bien aquí», afirmó el reconocido entrenador australiano.
Cahill, quien ha trabajado con figuras como Agassi, Halep o Hewitt, también comentó sobre el caso de dopaje por Clostebol y los cambios en el equipo técnico de Sinner. «Jannik decidió tomarse un tiempo para asimilar lo sucedido. Naldi y Ferrara ya no forman parte del equipo. Se ha unido a nosotros el osteópata Andrea Cipolla, quien lleva mucho tiempo con nosotros aunque no hace tantas semanas recorriendo el circuito. Estamos en busca de un nuevo preparador físico. Naldi y Ferrara hicieron un trabajo increíble y fueron una parte fundamental en los resultados que hemos obtenido hasta ahora. Fue un momento traumático para nosotros», reveló el entrenador.
Finalmente, Cahill elogió la forma en que su pupilo ha manejado toda la situación: «Sinceramente, tenía pocas expectativas en Cincinnati, sabiendo lo que estaba ocurriendo en los bastidores, pero salió y ganó el torneo. Es fantástico, es un luchador y un gran jugador. Pero para ser un campeón de esa categoría también se requiere tener mucha resistencia y confianza. Él lo demuestra cada vez que entra en la pista y, para muchos tenistas, la pista se convierte en su refugio seguro», concluyó Cahill.