El año comenzó de la mejor manera para Jannik Sinner, quien se coronó campeón de su primer Grand Slam en el Abierto de Australia. Y para cerrar la temporada de la misma forma, triunfó en el último Major del año al derrotar a Taylor Fritz en la final del US Open, sumando así su sexto trofeo del año y el 16° de su carrera profesional a sus jóvenes 23 años.
Sinner se convirtió en el primer jugador italiano en conquistar el título en Nueva York, demostrando una autoridad casi imbatible a lo largo del torneo, solo cediendo dos sets en su camino hacia la gloria.
«Este título significa mucho para mí; la última etapa de mi carrera no ha sido fácil», declaró Sinner tras su victoria en Flushing Meadows. Agradeció a su equipo y a las personas cercanas que lo han apoyado, dedicando especialmente el triunfo a un familiar que atraviesa un momento complicado de salud y que ha sido fundamental en su crecimiento como deportista.
«Me encanta el tenis, entreno mucho para estos escenarios, pero fuera de la cancha hay vida. Me gustaría dedicar este título a mi tía, que no se encuentra muy bien de salud. No sé cuánto tiempo seguiré teniéndola en mi vida. Es bonito que pueda compartir un momento positivo con ella», expresó.
El joven tenista reflexionó sobre lo aprendido en la vida, destacando la importancia de valorar los momentos con sus seres queridos. Además, analizó el impacto que tuvo su victoria en Australia en el resto de la temporada y su deseo de seguir mejorando en el deporte que tanto ama.
«He conseguido grandes victorias esta temporada, empezando en Australia. Haber jugado tan bien allí me dio confianza. El trabajo nunca para. Sé que puedo seguir mejorando, como vimos hoy, hay un par de cosas. Pero tengo que estar orgulloso con lo que tengo y el resto hay que trabajarlo. Tengo muchas ganas de seguir con el proceso», destacó Sinner, quien se muestra comprometido con su crecimiento continuo en el tenis.