No hay dudas cuando se trata de defender sus colores, de llevar con orgullo el escudo de su país en cualquier competencia internacional, como lo hizo en París 2024, donde conquistó el ansiado oro que completó su legendario palmarés.
Novak Djokovic regresó a la acción el fin de semana para representar a Serbia en Belgrado, en la serie por la permanencia en la élite del Grupo Mundial para el 2025 en Copa Davis. El ídolo local guió a su país en casa, una serie en la que primero ganó en individuales por 6-0, 6-1 ante Ioannis Xilas, mientras que en dobles formó pareja con su “pupilo”, Hamad Medjedovic, para sumar otro importante triunfo en el Grupo Mundial I.
Djokovic y Medjedovic ganaron por 6-3, 3-6, 6-3 a Aristotelis Thanos y Petros Tsitsipas y tras el duelo, Djokovic habló con los medios de comunicación para aclarar sus palabras, en las que compartió sus críticas al actual formato de Copa Davis, que no le permitieron jugar en casa por siete años. «Estoy realmente satisfecho con este joven. Hamad llevó al equipo a la victoria hoy. Lo felicito, fue agradable jugar con él. No dije que sería mi última vez en la Copa Davis, pero sí que probablemente fue mi último partido en Serbia», especificó Novak Djokovic, quien se preparará para competir en Asia por primera vez en cinco años.