El año 2024 ha sido testigo de grandes retiros del circuito profesional de tenis, con nombres legendarios como Rafael Nadal (despidiéndose en las Finales de la Copa Davis) y Andy Murray siendo los más destacados. Sin embargo, otro brillante jugador ha dicho adiós en esta temporada, Dominic Thiem. El ex número tres del mundo se elevó como uno de los mejores del planeta, luchando a un nivel excepcional durante varios años y logrando coronarse con un título de Grand Slam en el US Open 2020, deslumbrando con un juego poderoso y un revés a una mano que generó una gran admiración.
El austriaco tuvo una emotiva despedida en su hogar, en el ATP de Viena, desde donde compartió todas sus emociones por este conmovedor momento. «Cuando pienso en mi carrera, lo que más siento es gratitud por todo lo que he podido vivir», expresó Thiem, quien batalló durante años para recuperarse de una severa lesión en la muñeca que le impidió recuperar su nivel.
El jugador de 31 años confesó lo que significó para él cumplir sus sueños a pesar de la lesión que sufrió en 2021 y que lo llevó al quirófano. «Tuve mucha suerte de mantenerme sano la mayor parte del tiempo para poder realizar básicamente todos mis sueños. Y sí, nunca esperé una carrera así cuando era joven. Todo lo que quería era ser tenista profesional, viniera lo que viniera», explicó Thiem, quien valoró el haber podido competir en la misma época que Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray. «El privilegio de jugar en la misma era, junto al ‘Big 3’, el ‘Big 4’, me hace muy feliz. Estoy muy orgulloso y feliz de haber estado en la misma era que ellos. Tuve partidos realmente legendarios contra los mejores jugadores de nuestra época, quizás los mejores jugadores de la historia. Cada uno de ellos es realmente único», destacó el nativo de Wiener Neustadt.
En 2020, Thiem derrotó a Alexander Zverev en la final del US Open, un torneo disputado en plena pandemia, en una situación atípica en la que logró remontar el marcador tras ir perdiendo dos sets a cero. «La final de 2020 encajaba muy bien con las circunstancias. Fue sin duda el torneo de Grand Slam más extraño que jugué, delante de nadie: una Arthur Ashe vacía. Creo que ambos sentimos los nervios de ver la línea de meta. Por supuesto, me hubiera gustado que fuera en un estadio lleno, con toda la energía, pero por otro lado, probablemente o con suerte nunca volverá a haber un torneo como este. Es un poco el espejo de mi carrera. Así que encaja perfectamente», recordó el ya ex jugador austriaco.
Dominic Thiem se retira con tranquilidad, feliz por haber dado todo hasta el final de su carrera, cumpliendo sus sueños, pero revelando lo que extrañará de su trayectoria. «Mi legado es que mucha gente diga que fui un buen tipo en el circuito, he sido un chico muy humilde. Lo que más echaré de menos es esa sensación después de ganar un gran partido, que no se puede comparar con nada. En mi caso, esta sensación no se tiene en la vida fuera del tenis, porque es como un subidón. Sé que probablemente esta sensación no volverá otra vez, así que esto es sin duda lo que más voy a echar de menos», concluyó Dominic Thiem.